Diumenge 30 de durant l'any - 27 d'octubre de 2019
El fin de
la Carrera
(2ª Timoteo
4: 6ª8)
“He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Desde ahora
me aguarda la corona de la justicia que aquél Día me entregará el Señor, el
justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado su
Manifestación (Venida)” (2ª Timoteo 4:7 y 8).
¿Os
imagináis el poder leer esto, como epitafio, en algún panteón o mausoleo? Eso...
es saber en ¡Quién se ha Creído! Cuando tanta gente simplemente “pasea” por
esta vida; el apóstol Pablo (a pesar de haber sido un perseguidor de la
Iglesia) SÍ sabía a qué había venido y a dónde iba.
“Yo ya
estoy a punto de ser derramado en libación (sacrificio)”, “el momento de mi
partida es inminente”. Son frases que plasmó porque ya veía muy próximo su
final” (2ª Timoteo 4:69.
Lo
dice en una de sus epístolas carcelarias, porque la está escribiendo desde la
cárcel de Roma, lugar del que ya no iba a salir con vida.
Su
muerte inminente sería una ofrenda de Servicio. Su vida había sido una carrera
que le había exigido todo el entusiasmo de un espíritu ferviente y consagrado.
A
todos les parecía que había sido derrotado, que su próxima muerte iba a ser la
de un culpable (¿no le pasó así también a Jesucristo?). Pero, para él, era un
Triunfador, porque había concluido la obra que Jesús le había asignado. El
propio Timoteo (a quién mandaba la carta) era un hijo “espiritual” suyo (2ª
Timoteo 2:1), además de ser compañero y ayudante.
Todos
los que mueren en la Fe, recibirán por fin la Promesa y conseguirán el Premio.
Pablo, seguramente pensaba en la transmisión del Cristianismo a través de los
siglos, como si de una “carrera de relevos” se tratase. De ahí la palabra
“Corona” del versículo 7. Porque no iba a ser solamente él, sino que todo el
“Equipo” va a recibir ese galardón.
Ahora
nos toca a nosotros el estar en la “pista”. Nos toca correr a ti y a mí. Para
los creyentes, perseverar y ser fieles hasta nuestra muerte, también serán unos
nuevos triunfos de la Gracia.
Mientras
tanto... veamos la “gran huella” (2ª Timoteo 4:7) y... es hora de que empecemos
a comprobarlo... ¿amamos su Regreso (Manifestación)?
Un
abrazo,
Luis
Brull Torcal
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