Nostre Senyor Jesucrist, Rei de tot el món - 24 de novembre de 2019



 Mateo 24:37-44

Este texto lo podemos enmarcar en los últimos días del Señor Jesús, y precisamente está en el monte de los Olivos con sus discípulos, y como pasaba muchas veces, los que más intimidad tenían con El, normalmente los apóstoles, se le acercan “aparte” y le pregunta sobre cuestiones que no entendían. En este caso querían saber cuáles serían las señales que marcarían la segunda venida del Hijo del Hombre, que anteriormente había comentado.

Jesús utiliza la figura de Noé para ilustrarles, y es una figura que deja muchas cosas claras: va a ser algo que afecte a “todo el mundo”, solo se salvarán los que crean y no hay una fecha exacta, con lo que podemos observar que no es casualidad que nuestro Señor utilizase la figura de Noé.

En primer lugar, deja bien claro que “algunos” se salvarán y otros no, y es algo sobre lo que en la Palabra de Dios tenemos muchas alusiones, y muchas de ellas dichas por el propio Señor Jesús (recordemos la parábola de las 10 vírgenes y otras). Nuestro Dios es un Dios de AMOR y por eso entregó a su propio Hijo a morir por todos nosotros, pero solo aquellos que lo acepten tendrán un lugar en la Eternidad junto a EL. (1ª Juan 2:23)

En este sentido, de nuevo, el ejemplo de Noé nos es de mucha ilustración. Noé estuvo muchos años predicando acerca del diluvio y de lo que Dios haría, y además su “construcción” era un ejemplo de sus creencias para todo aquel que hubiera querido creer, pero una vez que se cerró la puerta del arca no hubo una segunda oportunidad.

Y por último nos dice que no hay “una hora exacta” para que esto ocurra, no va ha haber una señal INEQUIVOCA de cuando será, aunque si que encontramos algunas señales que pueden precederlo, y algunos momentos a lo largo de la historia de la humanidad se han podido ver como “señales antes del fin”, pero todavía estamos aquí. Todas las personas que han pasado una guerra (dos grandes guerras mundiales y muchísimas más), quizás han podido pensar que esas eran las señales que marca la Palabra de Dios, pero como ya hemos dicho y nosotros, en estos momentos certificamos, todavía no se ha cumplido ese tiempo.

Ese hecho, lejos de relajarnos nos tiene que servir de aviso para mantenernos “alertas”, como acaba diciendo el texto que hemos leído. El Señor nos dice que, si sabemos que van a venir a robarnos en nuestra casa, estaríamos preparados para ese momento y no nos dejaríamos robar. ¿Estamos, pues, preparados?.

Hoy celebramos el primer domingo de Adviento, que nos prepara para “la Navidad”, el regalo de Dios al mundo mediante el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo, un hecho que ha marcado a toda la humanidad. La Biblia termina diciendo que el Señor viene “en breve”, y si han pasado unos 2000 años desde que se escribieron estas palabras, imaginémonos lo cerca que está esa Venida de nosotros en la actualidad. Los primeros Cristianos vivían con ese pensamiento en sus mentes y posteriormente muchos creyentes lo han tenido en sus vidas “día a día”. ¿Creemos que el Señor se está retardando mucho?, eso nos da la oportunidad de predicar su Palabra a todos los que nos rodean, pero no nos olvidemos de estar preparados para que el Señor venga AHORA mismo. AMEN.

Pastor Juan Marcos Ortega


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