Sant Jaume, Apòstol - 25 de juliol de 2021

 

2ª de Corintios 4:7-15

Quiero ver 4 puntos importantes y realizar una contraposición de palabras para poderlos entender todos ellos.

En primer lugar, podemos observar la contraposición entre HUMILDAD/EXCELENCIA. En los primeros versículos el Apóstol nos compara con “simples” vasos de barro, sin ostentaciones, sin atractivo, sin protagonismo, únicamente con la función de SER ÚTILES para nuestro cometido. Nuestra misión no es destacar, ni adornar, ni siquiera cambiar lo que ha sido depositado en nosotros, ya que ese “tesoro” es fruto del poder de Dios y EL es el que merece la excelencia que aquí nos dice Pablo y no debiera haber nada en nosotros que empañara esa Gloria que solo Dios se merece.

En segundo lugar, volvemos a tener otra contraposición entre DIFICULTADES/CONFIANZA. Sin lugar a dudas podemos pasar por dificultades en nuestras vidas y en múltiples ocasiones, nuestro servicio al Señor va a provocar dichas dificultades, si actuamos como verdaderos Hijos de Dios, pero nuestra confianza en nuestro Señor Jesucristo y la obra de su Espíritu en cada uno de nosotros va a permitir que no quedemos “caídos” para siempre, y que, de la misma manera sufrió nuestro Salvador pero luego fue manifestado en VIDA, nosotros, si depositamos nuestra confianza en EL, tengamos también ese oportuno socorro.

En tercer lugar, de nuevo otra contraposición entre MUERTE/VIDA. Parece extraño celebrar la muerte de “alguien”, pero en el caso de los cristianos, la muerte de nuestro Señor es algo extraordinario, ya que es a través de ese sacrificio, que SOLO EL pudo realizar, fue pagado el precio de nuestro pecado y pudimos volver a tener vida en el Padre, y como se nos dice: “vida en abundancia”. Por ese motivo, la muerte y la vida están tan ligadas a nosotros, ya que predicamos la muerte de nuestro Señor Jesucristo y su resurrección para vida, igual que predicamos la muerte al pecado en cada uno de nosotros, los que hemos creído en Jesús, para obtener la vida y vida eterna.

Eso nos lleva a la cuarta contraposición de este texto, LÁSTIMA/ESPERANZA. El mismo Apóstol Pablo, en 1ª Corintios 15, nos dice que sin esa esperanza “gloriosa” que tenemos en la confianza de la resurrección de Cristo de los muertos, somo los mas dignos de lástima, ya que no tendríamos esperanza en morar junto con nuestro Señor, en unos cielos y tierra nuevos. Y es esta esperanza la base de nuestra FE, y no es una fe “ciega”, ya que la garantía de que eso va a ser así en nuestro Señor Jesús, que ya resucitó primero y nos dice que está preparando un lugar para que donde EL está, estemos nosotros con EL. Ciertamente ese es el mensaje que debe hacer cambiar a la humanidad, ya que la desesperanza, la incertidumbre y la lástima son circunstancias que cada vez más se instalan en nuestro mundo y que cada vez a más personas afectan. El mensaje del evangelio es ESPERANZA, y es ese mensaje el que necesita HOY nuestro mundo, un mensaje que no nos deja caídos para siempre, un mensaje que nos levanta, una mano tierna y amorosa que se tiende hacia nosotros, una mano de alguien que pagó por mis pecados en la cruz y que ahora me dice: “yo estoy a la puerta y llamo, todo aquel que quiera abrirme, yo entraré y me gozaré con él”, ¿no es este el mensaje que necesitamos en nuestra “actualidad”?.

 

Pastor Joan Marc

 

 

 

Per Griselda Cos i Boada,

Monja de Sant Pere de les Puel·les

 

SANT JAUME:L’APÒSTOL DEL CAMÍ

 

Celebrar la festa d’un apòstol és recordar que ells són el fonament de la nostra fe, les arrels i la saba de la nostra vida cristiana.

Jaume, el Major,respongué amb promptitud i generositat a la crida de Jesús i fou un dels tres deixebles preferits que l’acompanyaren en moments molt importants per a Ell. Jaume fou el primer en donar la vida per Jesús, a qui tingué com a mestre i guia del seu camí.

La fe cristiana: un pelegrinatge

Sí, avui es parla del camí de sant Jaume. Un camí en el que l’apòstol recorda que el Centre i la Meta és Jesús. Ell digué: “Jo sóc el camí, la veritat i la vida”. I l’apòstol va aprendre molt bé de Jesús que el camí de la glòria passa sempre per les sendes de la creu; i que l’estil evangèlic és servir i lliurar la vida ”com el Fill de l’home que no vingué a fer-se servir sinó a servir els altres, i a donar la vida...”.

Per això, també per a nosaltres, caminar per la vida no potser mai una ruta turística ja que l’estil evangèlic és l’estil del servei,“beure el calze”,demana fer nostres les actituds de Jesús,per a qui “donar la vida” fou la culminació del seu camí.

El camí pot ser llarg i feixuc, amb pujades i baixades, motxilla amb només l’imprescindible. El que és superflu s’ha deixat a casa o es va deixant pel camí. Un bastó ens ajuda. Cansament i llagues als peus. També poden aparèixer ferides al cor.

Caminar amb els altres dona suport al llarg del camí. Hores llargues de silenci portant sempre la pròpia motxilla; caminar sol també ajuda a entrar en l’interior d’un mateix, i es prega. Experiència de fragilitat. Alegria i emoció en arribar al “Monte del gozo”. Satisfacció del camí fet. Encontre profund.

Sí,“portem el tresor que Déu ens ha confiat com en gerres de terrissa” ens ha dit sant Pau. El tresor és Déu i la gerra som nosaltres.

 

Monestir de Sant Pere de les Puel·les

 

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