Diumenge 2 de durant l'any - 15 de gener de 2023

 Isaías 49:3,5-6.

En un principio, este texto, parece estar hablando de Israel, como persona y como pueblo, pero enseguida nos damos cuenta de que en realidad habla de Jesús, del Mesías prometido para restaurar al remanente de Israel y al “nuevo” Israel de Dios.

En Mateo 1:21 se nos narra cómo se le aparece un ángel a María y le dice: “Y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. El Mesías había venido a este mundo a salvar a su pueblo, a Israel, de sus pecados, y como se nos dice en el versículo 5 de Isaías, era alguien que ya había sido previsto que sería enviado a realizar esa misión. El propio Señor Jesús nos habla de esta misión empezando su ministerio, cuando entrando en la sinagoga, como tenia costumbre hacer, se le da el libro de Isaías y en el capítulo 9 lee el texto en el que aparece: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado para anunciar la redención a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para promulgar el año de gracia del Señor. Y enrollando el libro se lo devolvió al ministro y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.”

Jesús vino a restaurar al remanente de Israel y hacer que su pueblo se volviera a Dios de nuevo, pero como sigue diciendo en el versículo 6, no solo se queda en eso, que ya era mucho, sino que vendría a ser LUZ para todas las naciones y que todas ellas pudieran confesarle como Señor y Salvador. Pablo nos lo explica muy bien en Romanos 8 y en Efesios 2, y nos habla de como hizo “de los dos pueblos, uno”, y que nos es cuestión de raza, de género, de cultura, o de inteligencia, es solo por la FE depositada en nuestro Señor Jesucristo que tenemos la Salvación, y esa es la Luz para este mundo que está a oscuras, y que tanto le cuesta entender un mensaje tan claro y tan esperanzador; que Dios nos ha amado y nos ama tanto, que ha entregado a su Hijo Jesús para que todos aquellos que quieran creer en El, tengan Salvación y vida eterna.

Y todos los que hemos creído en su nombre lo confesamos así delante de los demás, para que se cumpla con la Palabra que encontramos en Mateo 10:32-39 y que el propio Señor Jesús dijo: “Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos.”

A Él sea la Gloria por los siglos. Amén.

 

Pastor Joan Marc Ortega


 

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