Diumenge 3 de durant l'any - 24 de gener

Fueron trasmitidas por Testigos oculares
Jesús en la Historia del mundo
Lucas 1: 1-4; 4:14-21

La voz de Jesús en el Evangelio de Lucas, es una "voz suave y apacible", en comparación con el clamoroso discurso de lideres mundiales, de los partidos políticos y las disensiones de las modernas impías lenguas; Su voz es como unas calmadas aguas que brotan de la tierra y dan refrigerio a muchas almas sedientas. Lo que Lucas dice acerca de las cosas del Evangelio en esta breve introducción es digno de la más estrecha atención.
Lucas nos cuenta que sus palabras, sus hechos "Nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares" (Lc.1:2). Juan podía decir: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos", etc. (1Jn.1:1; 1Jn.1:2). "Se apareció a más de quinientos hermanos a la vez". Los hombres de antiguos (A.T.) hablaron movidos por el Espíritu Santo, pero estos no, estos hablaban movidos por el Cristo viviente y personal entre ellos. La gran salvación que comenzó a ser anunciada por el Señor nos fue confirmada por los que le oyeron (He.2:3).

Estos hechos y enseñanzas fueron aceptadas sin lugar a dudas por multitudes en tiempos de Cristo y en los inmediatamente posteriores, ¿qué razones tenemos para ponerlas ahora en tela de juicio? No siguieron ellos fábulas ingeniosamente inventadas para dar a conocer el Evangelio de Cristo (2P.1:16).
El poder y la verdad de las mismas siguen estando comprobadas en la experiencia de los que creen y hacen la voluntad de Dios (Jn.7:17).

Estas enseñanzas fueron escritas para que pudiéramos tener certidumbre (Lc.1:4). Lucas escribió evidentemente para que el excelentísimo Teófilo fuera confirmado en su fe. "Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios" (Jn.20:31). En el Evangelio escrito tenemos una Palabra segura, a la cual hacemos bien en estar atentos como a una lámpara que alumbra en un lugar oscuro. El Evangelio ofrece tanto la Salvación como la certidumbre de la misma. Pero, ¡cuántos oyentes hay del Evangelio que nunca han conocido la certidumbre de aquellas cosas en que han sido instruidos! Jesús dijo yo soy el Camino la Verdad y la Vida y Jesús esta en la historia del mundo en que vivimos hoy. Amen


Arturo Barisich
Iglesia Evangélica

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