Diumenge 13 de durant l'any - 27 de juny - Segona lectura
Gàlates 5, 1;13-18
El mensaje de Jesús siempre nos apunta en dirección a la estabilidad, la seguridad y el equilibrio, por eso cuando una persona ha puesto su vida en la confianza de salvación que el Señor da es consciente de que su libertad ha llegado gracias al alto precio de la sangre de Cristo Jesús.
Es cierto que todo aquel que ama a Jesús ama también a su prójimo y este amor debe impulsarnos a buscar el bien de los demás como si se tratase de nosotros mismos, es necesario desechar toda clase de venganzas, represalias, malos sentimientos y hasta malas palabras contra los demás y substituirlos por palabras alentadoras, edificantes y siempre capaces de transmitir el sentimiento referido por el apóstol Pablo en 1ª de Corintios 13:1-7.
Por otra parte hay que tener claro que el amar al prójimo es un mandamiento de Dios, Levítico 19:18 y Jesús mismo nos dice en Mateo 22:39 “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Una vida dirigida por el amor según el de Dios es guiada por el Espíritu Santo y capaz de luchar contra los deseos producidos por la carne es decir esa naturaleza humana caída que batalla contra la nueva naturaleza en Cristo.
Ser guiados por el Espíritu es lo que todo cristiano debe perseguir, y para lo que todo cristiano ha nacido, por lo tanto amemos a Dios y al prójimo.
El mensaje de Jesús siempre nos apunta en dirección a la estabilidad, la seguridad y el equilibrio, por eso cuando una persona ha puesto su vida en la confianza de salvación que el Señor da es consciente de que su libertad ha llegado gracias al alto precio de la sangre de Cristo Jesús.
Es cierto que todo aquel que ama a Jesús ama también a su prójimo y este amor debe impulsarnos a buscar el bien de los demás como si se tratase de nosotros mismos, es necesario desechar toda clase de venganzas, represalias, malos sentimientos y hasta malas palabras contra los demás y substituirlos por palabras alentadoras, edificantes y siempre capaces de transmitir el sentimiento referido por el apóstol Pablo en 1ª de Corintios 13:1-7.
Por otra parte hay que tener claro que el amar al prójimo es un mandamiento de Dios, Levítico 19:18 y Jesús mismo nos dice en Mateo 22:39 “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Una vida dirigida por el amor según el de Dios es guiada por el Espíritu Santo y capaz de luchar contra los deseos producidos por la carne es decir esa naturaleza humana caída que batalla contra la nueva naturaleza en Cristo.
Ser guiados por el Espíritu es lo que todo cristiano debe perseguir, y para lo que todo cristiano ha nacido, por lo tanto amemos a Dios y al prójimo.
Pastor Rafael Diez
Iglesia Evangélica
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