Diumenge 1 de Quaresma - 13 de març - Segona lectura

Rm 5, 12-19

En estos días que vamos acercándonos a esa semana especial, que es la semana santa, deliberamos a reflexionar. No se si os habéis dado cuenta vosotros que vivimos en un desenfreno, donde nadie para, si no para dormir. Creo que la falta de reflexión diaria nos trae consecuencias inimaginables, perdemos de vista lo intelectual, lo alto, como también lo espiritual. Que pena cuando generaciones pasadas, hombres y mujeres dedicaban tiempo y no solo tiempo si no vidas enteras a la meditación y a la vida desinteresada. Pues bien el texto que nos toca meditar, nos hace pensar, en cuantos pecados tenemos y cuanto Dios nos ha perdonado y cuan desinteresado fue Jesús el Hijo de Dios para que el hombre pudiera alcanzar la vida eterna.
Como hombres y mujeres y por ello hijos de Adán, nacidos con tendencia a no hacer lo bueno, podíamos solamente desesperarnos al observar esta bondad, por que ¿como acercarnos a Dios?. Pues bien, él, Hijo de Dios Jesucristo, murió para esto, para trazar un camino entre Dios y el hombre, para unir la mano de Dios con la nuestra. Ahora bien, esto fue un regalo, un regalo que no podemos pagar ni con todo el dinero del mundo; ¿entonces que podemos hacer? Pues es sencillo, agradecérselo con todo nuestro corazón, y vivir para él. Y ¿como se vive para él? Viviendo como él vivió.
Querido lector si esto te parece algo extraordinario, que lo es; lo mejor que puedes hacer es leer la Biblia y meditar cada día en ente bendito libro que Dios nos ha dejado para que viéramos como nos ama, y que quiere tener una relación intima con nosotros.

Pastor Francisco Martínez
Iglesia Evangélica