Diumenge 10 de durant l'any - 5 de juny de 2016


En el evangelio de esta semana se destacan dos aspectos; por parte de Dios, que se manifiesta como misericordioso: "no llores"; y por parte del pueblo que reconoce a su Mesías: "un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo".

El dolor, el sufrimiento, el mal sigue siendo una realidad en nuestros días. Y no sólo nuestras preocupaciones personales o familiares, sino a nivel mundial: el hambre, la guerra, la injusticia, la explotación y más cercana a nosotros, la indiferencia.

En muchas ocasiones nos invade la tentación de pasar de largo ante la miseria o la situación penosa de muchas personas en nuestro entorno. Jesús nuevamente nos da una lección: se acerca a quienes sufren y da lo que tiene y lo que él es: la vida.

Como contraparte, el pueblo le reconoce: Él es el Mesías, el Salvador, el liberador: Él es la vida. Jesús es el profeta enviado por Dios para acompañar, guiar, fortalecer a su pueblo. Él continúa con nosotros. Su compasión y misericordia son infinitas. No nos abandona en ningún momento ni en ninguna circunstancia.

Nosotros, al igual que el Maestro de Nazareth también somos invitados a ser constructores de esperanza, de paz, de consuelo, de fraternidad en nuestras comunidades y a testimoniar, con nuestras acciones, la presencia viva del Dios que nos ha visitado y sigue presente entre nosotros. 

Juan Alcides Aguilar


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